Jorge Garcés B.
Cada vez se explota menos el músculo para trabajar y se utiliza más el cerebro y la información para tomar decisiones. Sin embargo, la información también es poder y de un tiempo para acá las personas nos volvimos datos. En las “infocracias” o regímenes de la información creemos que somos libres, pero en realidad somos “dóciles y obedientes”; todo el tiempo estamos siendo vigilados y rindiéndole cuentas a un sistema que nos domina sin darnos cuenta.
Entonces, la realidad es un reality y saber que estamos permanentemente observados es la manera más eficaz para disciplinarnos y mantenernos en cintura. No olvidemos que persona es máscara, la vida es teatro y sólo aquellos que logran engañarnos son reconocidos (Orson Welles). No obstante, la tecnología de hoy es para vigilarnos, pero la mayoría de las personas no se sienten monitoreadas, sino libres, importantes y seguras.
Por otro lado, la información también brinda la sensación de que su circulación es libre, veraz y oportuna, pero no siempre es así. La información es una trampa para los que comunican, la producen y la consumen en la vida cotidiana. Por ejemplo, sólo leemos titulares, porque no tenemos tiempo y sólo nos gusta leer lo que ya sabemos para sentir que por lo menos tenemos la razón.
Mientras tanto, el consumo no es otra cosa que nuestra identidad falleciendo. La narrativa de hoy es numérica y ya no somos personas entre las masas, sino personas entre los datos. Somos todo lo que escapa al ojo humano, pero que es capturado por la “lupa digital” de quienes tienen el verdadero poder en las redes. Entre otras cosas, la democracia ha quedado reducida a un televisor grande, bulloso y plano.
Al mismo tiempo, fragmentamos los discursos, porque hemos perdido la capacidad de concentrarnos. Y cada vez nos asombramos menos, por eso preferimos el espectáculo y la actuación por encima del diálogo, la lógica y los argumentos. Entonces, el lenguaje ya no limita al pensamiento, porque el pensamiento de hoy es dominado por los mitos.
Dicho de otro modo, cada vez hay menos “cazadores de mitos” y el tacto caluroso del mundo agrario se trasladó a una fría pantalla táctil e inteligente que duerme con nosotros. En todo caso, la vigilancia de hoy también es para entretenernos, para que compremos todo lo que no podemos comprar y para sentirnos ricos, bonitos y famosos.
LANZA LLAMAS:
La verdad es un estero
Un intercambio de agua dulce con agua salada
Una tormenta de imágenes que son rayos
Y palabras que son truenos…
DOCUMENTO AUDIOVISUAL COMPLEMENTARIO:
ENLACE:
DOCUMENTOS DE REFERENCIA Y/O CONSULTA:
HAN, CHUL, BYUNG. “Infocracia. La digitalización y la crisis de la democracia”. Penguin Random House Grupo Editorial, Bogotá – Colombia, 2022.
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