Jorge Garcés B.
La situación en el Líbano sigue empeorando. El ejército israelí está destruyendo los suburbios de Beirut y arrasando con todo el sur y el este del Líbano. En estos momentos hay bombardeos muy cerca al aeropuerto internacional Rafic Hariri y mi fuente me dice que el ejército de Israel ha usado fósforo blanco en el centro de Beirut, pero que Hezbolá está resistiendo y comportándose como una auténtica guerrilla.
Para Occidente Hezbolá es un grupo terrorista, pero en el Líbano representa la resistencia libanesa, es el partido de Dios y llevan preparándose para este momento desde el año 2006. Mientras tanto, Israel está utilizando aviones F-35, haciendo un uso desproporcionado de la fuerza. Las bombas que están arrojando son de dos mil libras o de una tonelada cada una y las están lanzando por docenas. Israel en los últimos días lleva tirando más bombas que Estados Unidos durante un año entero en Afganistán.
Así las cosas, Beirut va rumbo a quedar igual de destruido que Gaza, pero una cosa es tener la capacidad de destruir y otra muy distinta la capacidad de ganar la guerra. Israel no ha podido ni siquiera recuperar los rehenes que continúan en manos de Hamas y está implementando la doctrina de 100 a 1. Es decir, que si para eliminar a un miembro de Hamas o de Hezbolá hay que matar a 100 personas inocentes no hay ningún problema.
Por otra parte, el Líbano es un país pequeño y a pesar de los bombardeos la gente sigue saliendo a trabajar. Mi fuente me dice que sigue habiendo tráfico por las mañanas para llegar al centro de Beirut, pero que ya se puede observar la devastación y a los desplazados internos viviendo en las calles y buscando refugio. También me cuenta que los libaneses están acostumbrados a vivir de guerra en guerra y que son muy parecidos a nosotros los colombianos, porque no pierden el sentido del humor ni mucho menos las ganas de salir adelante.
Lo cierto es que hace un año el mundo cambió cuando Hamas se tomó el sur de Israel por tierra, mar y aire. Casi reunifican a Cisjordania con Palestina. En otras palabras, hicieron lo impensable, masacrando y humillando a miles de israelís inocentes. Desde entonces, los números de gaza van más o menos así: entre 149 mil y 200 mil personas muertas. Es decir, el 10 % de la población palestina. 3.600 masacres. 900 familias erradicadas por completo. 36 personas muertas por inanición. Mil personas muertas, entre trabajadores de la salud y rescatistas. 175 periodistas muertos. 2 millones de afectados. 815 mezquitas destruidas. 200 mil casas destruidas. 3.130 kilómetros de cables de energía destruidos. 330 kilómetros de ductos e instalaciones de agua destruidos. En síntesis, el 86 % de Gaza está en ruinas.
A pesar de este genocidio o “limpieza étnica”, la resistencia palestina sigue dando la pelea en un terreno que es completamente plano en el norte de Gaza. De tal manera, que Israel no sabe lo que le espera con Hezbolá en Beirut. El partido de Dios lleva 18 años esperando la incursión terrestre israelí en un terreno que es montañoso, rocoso y boscoso. En otras palabras, lo contrario de Gaza.
Dicen algunos estrategas militares que lo único que tienen que hacer Hamas y Hezbolá es resistir, porque la derrota de Israel es inevitable. Por lo tanto, la opción nuclear para los israelís está servida sobre la mesa. Estamos presenciando la derrota de toda la humanidad y los principales responsables son los países desarrollados de Occidente, acostumbrados a mandar mal desde hace 250 años. Por ejemplo, tan sólo durante el 2024 Israel ha recibido 117 mil millones de dólares por parte de Estados Unidos.
Ahora bien, Israel tenía todo el derecho de responder militarmente a la barbarie cometida por Hamas hace un año, pero el derecho a la defensa debe ser proporcional. Al terrorismo sectario no se le puede responder con el terrorismo de Estado y haber sufrido el Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial no es patente de corso para cometer otro genocidio y conducir al mundo hacia la Tercera Guerra Mundial. Por eso, Israel perdió la narrativa moralizante del Holocausto.
En tal sentido, permítanme una breve comparación. La Segunda Guerra Mundial duró casi seis años y en la invasión de Alemania a Francia, donde no hubo bombardeos la resistencia sufrió entre 20 y 25 mil bajas. Actualmente, llevamos un año de guerra y van entre 149 mil y 200 mil palestinos muertos. Otro dato bastante significativo es que el número de israelís asesinados por los palestinos desde 1948 hasta la fecha no supera los 24 mil entre militares y civiles. Así que es muy probable que los palestinos terminen siendo los héroes de esta historia.
Lamentablemente, el 82 % de los israelís están de acuerdo con esta masacre y el 46 % piensa que la respuesta de Israel debería ser más fuerte. La mayoría de ellos ignora por completo que Israel está sufriendo una crisis económica tremenda y un déficit de pie de fuerza importante. Van 46 mil empresas quebradas y se espera que sean alrededor de 60 mil para finales de año. Además, los 300 mil reservistas que fueron llamados recientemente dejaron un hueco en la economía enorme y la incursión terrestre del ejército israelí en Beirut lleva en menos de una semana más de 200 bajas.
Es más, una eventual invasión a gran escala de los israelís en el Líbano seguramente terminaría como la norteamericana en Afganistán, que 20 años después tuvieron que salir con el rabo entre las piernas. Recordemos que en las guerras asimétricas gana el que no puedes vencer. Aun así, los soldados israelís llevan un mapa estampado en el brazo derecho del uniforme donde aparece el “Gran Israel”. Es decir, el Sinaí. La orilla del mar Rojo de Egipto hasta el Nilo. Toda Jordania. Todo el Líbano y una buena parte de Siria, Iraq, Arabia Saudita e Irán.
Es una locura completa, pero explica en algo el porqué de los siete frentes de guerra abiertos por Israel. Gaza, Líbano, Siria, Yemen, Iraq, Cisjordania e Irán. Sin embargo, en el Génesis 15 de la Biblia reza que Dios le dijo a los hebreos hace tres mil años, que les entregaba todas las tierras desde el río Nilo hasta el río Éufrates; pero también es verdad que luego los expulsó, porque los hebreos cometieron una serie de pecados. Posteriormente, los babilonios y los asirios conquistaron a los hebreos, destruyendo sus templos y esclavizándolos; quedando claro que los hebreos sólo podrían volver cuando el Mesías llegara a la Tierra.
Lo cierto es que en el Líbano están decepcionados con el ataque que Irán le hizo a Israel, porque esperaban más, demostrando que las partes están cada vez más radicales. A pesar de esto, mi fuente en el Medio Oriente me dice que los mísiles lanzados por Irán alcanzaron a destruir alrededor de 20 aviones F-35, pertenecientes a una flota de 75 cazas de quinta generación. Recordemos que hay un “blackout” informativo y que lo primero que se pierde en una guerra es la verdad. De tal manera, que los números que presento en este reportaje son estimaciones, porque cambian minuto a minuto.
Por otro lado, Google dice que Israel tiene 90 bombas nucleares, pero se calcula que tiene entre trecientas y quinientas. No obstante, Israel debería de tener cuidado en llegar a considerar esta opción con Irán, porque los iranís limitan al este con Pakistán y al oeste con Turquía. Ambos países tienen bombas nucleares y no quisieran que les tiraran una al lado. Digo esto, porque es mil veces más fácil destruir a Israel por su tamaño, que destruir a Irán que es un país enorme. Además, Irán lleva de un tiempo para acá mejorando considerablemente sus relaciones diplomáticas con Arabia Saudita, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, entre otras naciones de la región.
Otro punto para tener en cuenta es que Irán tiene siete plantas nucleares. Todas son para generar energía, pero lo interesante son las particularidades que rodean a estas instalaciones. La mayoría de las plantas están entre montañas y zonas muy rocosas de difícil acceso y destrucción. Además, están hechas a base de pequeñas centrífugas, fáciles de trasladar de un lugar a otro y de reconstruir en caso de ser necesario.
Por supuesto, que es muy posible que tengan centrífugas clandestinas. Sin embargo, para el Corán las armas de destrucción masiva o químicas están prohibidas. Hace 20 o 30 años aproximadamente el ayatola hizo una prohibición explícita, aunque viene considerando cambiar su postura en caso de que la existencia de Irán se encuentre amenazada. El ayatola dijo hace poco: “la paciencia estratégica de Irán ha terminado”. Vale la pena señalar, que la Guardia Revolucionaria y los militares le responden al ayatola y no al presidente de Irán.
Por si fuera poco, el expresidente Trump desechó el tratado nuclear que Irán había firmado con la administración Obama. Así las cosas y como lo señalaba anteriormente, es muy probable que el ayatola esté reinterpretando el Corán para la eventualidad de una destrucción mutua con Israel. Bajo este orden de ideas, para algunos ya estamos en la Tercera Guerra Mundial, sólo que es diferente a la Primera y Segunda Guerra Mundial, porque es híbrida.
Por ejemplo, el estrecho de Ormuz es la bomba nuclear de Irán. Por allí pasa el 20 por ciento del petróleo mundial. Es un punto de estrangulamiento económico que volvió importante al mar Rojo y que, en caso de que Irán decida cerrarlo, dispararía el precio del petróleo. Adicionalmente, el jefe del Estado Mayor del ejército británico, el general Roland Walker dijo hace unos días lo siguiente: “tenemos tres años para prepararnos para una guerra total contra Rusia, China, Irán y Corea del Norte (no lo dice un soldado de bajo rango).
Además, estoy absolutamente seguro de que Rusia no aceptaría que en su frontera marítima en el mar Caspio, Netanyahu le impusiera una nueva “Ucrania jázara”; porque Putin tiene suficientes problemas en el mar Negro y China querría seguir comprándole el petróleo y el gas a Irán como viene haciéndolo normalmente. Digo lo anterior, porque la complementariedad que tienen hoy Rusia y China es muy poderosa y no veo cómo Occidente podría sabotear o competir con esa alianza.
Lo triste del asunto es que hace 15 años no había ningún problema entre Europa y Rusia, pero en Occidente dejaron marchitar esa relación y no le dejaron otra alternativa a Putin, que buscar tejer otras alianzas como la que ha cultivado con China. Sin embargo, a Rusia no le interesaría una guerra con los israelís, porque hay más de un millón de rusos que viven en Israel desde el fin de la Guerra Fría.
Por lo demás, en caso de que Trump gane las próximas elecciones, la OTAN inmediatamente entraría en crisis, porque él prefiere mil veces negociar con Putin directamente antes que continuar financiando a la OTAN. Trump no está de acuerdo con que Estados Unidos siga poniendo la mayoría de los recursos en la Organización del Atlántico Norte y que los países europeos sigan fortaleciendo su aparato militar sin comprarle a Estados Unidos el armamento.
Asimismo, la fórmula vicepresidencial de Donald Trump, el señor Vance le propuso a Estados Unidos, Inglaterra y a la Unión Europea que dejaran ir a Ucrania para utilizar esos recursos con el objetivo de golpear a Irán y ayudar a Israel. Vance recibió $167.324 dólares como senador de Ohio por parte del lobby pro-Israel y Trump recibió del lobby israelí $1,000,593 dólares a principios de 2024. Cabe aclarar, que el lobby en Estados Unidos es legal y que la única potencia occidental que está defendiendo al Líbano, a pesar de su demonización es la Francia del presidente Macron.
Retomando el tema central, creo que la respuesta militar de Israel no sería contra las centrales nucleares de Irán ni contra los campos petroleros, porque afectaría los intereses de terceros países. Esto dejaría como única alternativa, que Israel ataque las bases militares de Irán para que ambos países queden a mano. De ser así, vale la pena señalar que las defensas aéreas de Irán son rusas y los kazas también, pero su fuerza aérea no es equiparable con la de Israel. Los israelís tienen de lejos la mejor fuerza aérea del Medio Oriente. También hay que anotar, que las municiones y los vehículos militares de Irán provienen de China y que actualmente coopera militarmente con Corea del Norte.
Pero más allá de tanto ruido, la verdadera confrontación geopolítica en el Medio Oriente es entre Estados Unidos y Rusia. En estos momentos se está disputando y reconfigurando el orden mundial establecido por Estados Unidos desde mediados del siglo pasado. Mientras tanto, se sigue desestimando a la cumbre de los BRICS. Nadie habla de ello ni se analizan las consecuencias, a pesar de representar un “game changer” o un punto de inflexión para la geopolítica del planeta.
La cumbre se celebrará del 22 al 24 de octubre en Kazán, que es la tercera ciudad de Rusia después de Moscú y San Petersburgo y donde la mitad de los ciudadanos son musulmanes sunitas y la otra mitad cristianos. El propósito principal de la cumbre es comenzar a torpedear la hegemonía del dólar para que deje de ser la divisa o la moneda dominante. China, por ejemplo, viene desprendiéndose del dólar y Rusia ya lo hizo, porque ambos entendieron que para cambiar el mundo y sus paradigmas hay que cambiar la economía. De cualquier manera, la cumbre de los BRICS será el evento de política exterior más importante que haya tenido Rusia en la era moderna, entendiendo que el mundo dejó de ser unipolar para convertirse en multipolar o multicéntrico.
Para concluir, ha surgido un nuevo concepto denominado “domicidio” o la destrucción sistemática de hogares, porque ya no se evitan los daños colaterales como en las guerras anteriores, sino que se utilizan para la “limpieza étnica”; para deshumanizar al contrario; para borrar barrios enteros; vecindarios y toda la infraestructura civil de un lugar determinado. El objetivo de esta nueva estrategia de guerra es la de romper cualquier lazo de solidaridad, convivencia o arraigo y especialmente desmoralizar al enemigo.
Por eso, Netanyahu para mí no representa la totalidad del pueblo judío, de la misma manera que Hamas no representa a todos los palestinos ni Hezbolá a todos los libaneses. No obstante, Estados Unidos se durmió en los laureles y no vio venir o no quiso ver la alianza entre Rusia y China. En todo caso, ya es demasiado tarde, porque estamos presenciando la decadencia del último imperio.
LANZA LLAMAS:
Alemania está volviendo a quemar carbón y la Unión Europea está volviendo a ser “del Carbón y del Acero” …
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