Jorge Garcés B.
Después de ver el consejo de ministros por televisión no es difícil de entender por qué Colombia es hoy una especie de barco a la deriva; y que, más allá de la legalidad del ejercicio, este gobierno no está gobernando. El presidente Petro dejó en evidencia la incompetencia de su gabinete y la falta de atributos gerenciales. Por otro lado, la izquierda que lo acompaña desde los tiempos de la Alcaldía de Bogotá no parece ser la misma que lo acompañe para finalizar su mandato presidencial.
Petro es un jefe de Estado que lo delega todo. La microgerencia no existe en su vocabulario y la macroeconomía está permeada por la ideología de un “Estado que debe ser emprendedor” (Mazzucato). Es decir, que no sólo debe corregir los problemas del mercado, sino que debe participar y competir con la empresa privada.
Simultáneamente, el primer mandatario pretende “gobernar con el espíritu del M-19” (León Valencia), dando golpes de opinión con una estrategia de comunicaciones interesante. No obstante, es evidente que no hay un puente entre él, los ministros y los ciudadanos. En otras palabras, que hay un corto circuito de adentro hacia afuera y una fractura al interior del gobierno.
Armando Benedetti es el Joe Black del presidente y Laura Sarabia es la que conoce sus más íntimos secretos. Lo cierto es que comunicacionalmente hablando el consejo de ministros fue todo un éxito. Mantuvo cinco puntos de rating durante seis horas. Esto significa que más de 3 millones 200 mil personas lo vieron por televisión y que más de 8 millones lo vieron por las redes sociales.
Lo preocupante del asunto es que durante las seis horas del consejo de ministros no se abordó la situación de orden público en el Catatumbo. Es decir, la crisis humanitaria más grande de la última década en Colombia. Tampoco se dijo nada de la crisis de la salud o de la crisis energética, entre otros asuntos. En síntesis, hay más desgobierno que gobierno, el presidente está muy mal rodeado, es un pésimo gerente y las consecuencias para el país son inimaginables.
En consecuencia, los vacíos del presidente los están llenando Armando Benedetti y Laura Sarabia y los vacíos del gobierno los están llenando los grupos armados ilegales. Al mismo tiempo, es muy probable que se institucionalice televisar los consejos de ministros de ahora en adelante, aunque con menor espontaneidad; y que en cualquier momento aparezca Roy Barreras para que, junto a Benedetti, Cristo y Sarabia, los cuatro se encarguen de gobernar una embarcación que desde el principio hace aguas.
LANZA LLAMAS:
Memoria es resistir la difícil condición humana
Al entuerto de los odios
Al destierro del volcán
A la geografía horrible de los mapas
Donde vive el hombre marginal
Aquel que nadie lo define
Ni nada lo subraya
Sólo el día y la noche se repiten
Como dos enormes frases largas…
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