Jorge Garcés B.
El único fracaso que reconozco es la muerte. Sin embargo, Colombia está fracasando, porque sus instituciones son excluyentes, ineficientes y corruptas. El planteamiento básico de los premio Nobel de Economía 2024 es ese, que las instituciones políticas y económicas determinan la riqueza o la pobreza de los países.
En tal sentido, las instituciones políticas de Colombia están hechas para el saqueo y el enriquecimiento personal de unos pocos. Las instituciones del Estado son un botín para ser repartido entre unos cuantos y lo público es visto como una oportunidad de negocio. Entre tanto, vivimos una guerra que se volvió eterna y que se tomó la política para quedarse con los contratos, las regalías y las rentas legales e ilegales de los territorios.
De tal manera, que un Estado ausente no tiene la autoridad moral, el monopolio de la fuerza ni la capacidad política para proporcionarle seguridad, bienestar y servicios públicos básicos a los ciudadanos que no viven en las principales urbes del país. Al mismo tiempo, vale la pena señalar que el Estado colombiano hace más de treinta años dejó de estar en manos de las oligarquías para pasar a manos de los grupos armados ilegales, el narcotráfico y las clases emergentes de las provincias.
Dicho de otro modo, las oligarquías en Colombia hace unas tres décadas vienen en declive y hoy existen unas élites económicas relativamente poderosas, pero apolíticas o que cada vez intervienen menos en los juegos del poder político a nivel nacional. Además, las élites de hoy son mucho menos ilustradas que las oligarquías de hace cincuenta años, pero saquean de la misma forma a las instituciones políticas y económicas sin vergüenza alguna.
En todo caso, Colombia no está a punto de hundirse, sino de quedarse igual de violenta y desigual para siempre; porque en Cali, Bogotá, Medellín y Barranquilla las instituciones más o menos funcionan, pero en la mayoría del territorio nacional ni siquiera existen, manteniendo pobres a los pobres e impidiendo el desarrollo humano y el crecimiento económico de toda la nación. Instituciones, instituciones, instituciones…
LANZA LLAMAS:
La “ambigüedad estratégica” de la política exterior de Colombia demuestra que no existe una política de Estado para relacionarnos multilateralmente con los demás países del mundo. No se puede ser miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y socio global de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) y al mismo tiempo pretender ser parte de un espacio internacional alternativo al G7 (BRICS). Colombia no tiene los anticuerpos para ser parte de los BRICS sin primero quedar aislado de Occidente. Ni siquiera Brasil los tiene. Por lo pronto, el presidente Petro sólo ha mostrado interés y esperemos que así se quede, porque el mundo está muy volátil y en la geopolítica sólo existen los intereses y la estrategia.
DOCUMENTO AUDIOVISUAL COMPLEMENTARIO:
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DOCUMENTO DE REFERENCIA Y/O CONSULTA:
ACEMOGLU, DARON. ROBINSON, A, JAMES. “Por qué fracasan los países”. Editorial Planeta Colombiana S.A., Bogotá, 2020.
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